Fala emereci dos disfraces de serea e eu que namorei de Ray Bradbury (definitivamente) cando lin Crónicas Marcianas deixo aquí, da man do mesmo autor, a infelicidade doutra serea.
"-Todo el año, Johnny, ese monstruo estuvo allá, mil kilómetros mar adentro, y a treinta kilómetros bajo las aguas, soportando el paso del tiempo. Quizás esta solitaria criatura tiene un millón de años. Piénsalo, esperar un millón de años. ¿Esperarías tanto? Quizás es el último de su especie. Yo así lo creo. De todos modos, hace cinco años vinieron aquí unos hombres y construyeron este faro. E instalaron la sirena, y la sirena llamó y llamó y su voz llegó hasta donde tú estabas, hundido en el sueño y en recuerdos de un mundo donde había miles como tú. Pero ahora estás solo, enteramente solo en un mundo que no te pertenece, un mundo del que debes huir. El sonido de la sirena llega entonces, y se va, y llega y se va otra vez, y te mueves en el barroso fondo de los abismos, y abres los ojos como los lentes de una cámara de cincuenta milímetros, y te mueves lentamente, lentamente, pues tienes todo el peso del océano sobre los hombros. Pero la sirena atraviesa mil kilómetros de agua, débil y familiar, y en el horno de tu vientre arde otra vez el juego, y te incorporas lentamente, lentamente. Te alimentas de grandes cardúmenes de bacalaos y de ríos de medusas, y subes lentamente por los meses de otoño, y septiembre cuando nacen las nieblas, y octubre con más niebla, y la sirena todavía llama, y luego, en los últimos días de noviembre, luego de ascender día a día, unos pocos metros por hora, estás cerca de la superficie, y todavía vivo. Tienes que subir lentamente: si te apresuras; estallas. Así que tardas tres meses en llegar a la superficie, y luego unos días más para nadar por las frías aguas hasta el faro. Y ahí estás, ahí, en la noche, Johnny, el mayor de los monstruos creados. Y aquí está el faro, que te llama, con un cuello largo como el tuyo que emerge del mar, y un cuerpo como el tuyo, y, sobre todo, con una voz como la tuya. ¿Entiendes ahora, Johnny, entiendes?
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-Así es la vida -dijo McDunn-. Siempre alguien espera que regrese algún otro que nunca vuelve. Siempre alguien que quiere a algún otro que no lo quiere. Y al fin uno busca destruir a ese otro, quienquiera que sea, para que no nos lastime más.
La sirena, Ray Bradbury
5 comentários:
Que terrible terrible último parágrafo. E que certeiro...
Ás veces non se sabe que é peor. Se ser serea ou ser Penélope.
Biquiños
Coincido en todo: tanto no de que o último anaco é tremendo, como no de narmorar de Ray Bradbury grazas ao "Crónicas marcianas". Ese foi tamén o meu primeiro paso pola ciencia ficción; dende entón, aínda gusto do xénero. Tamén teño no meu panteo a Asimov, desgrazadamente menosprezado por moitos creo que só polo delicto de vender moitos libros.
Ray Bradbury, é un fenomeno, o remate de farehait é unha maravilla inesperada. SAúdos e apertas fermosa.
Mola.
Besitos, Besbe.
máis aquí http://emereci.blogspot.com/2009/05/thats-life-for-you-said-mcdunn.html
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